Tras conservar la colección de agujas de tejer de mi madre y pasar un invierno con mucho estress, de repente un día las miraba....y me acordé de cuando ella me intentaba enseñar. Sólo consiguió que aprendiera el punto del derecho y el punto del revés, cuando me aburría y quería hacer algo, no había manera de pillarla .Y es que ella hacía punto de memoria, y sacaba las cosas mirándolas, y yo que soy muy cuadriculada necesitaba apuntarlo y poder seguir un patrón.......
Así que me puse a hacer punto, un cuadrado, un rectángulo...pero quería más. Entonces conocí a Siliva (Mi Planeta de hilitos y lanas) y curioseando volví a entrar en Ravelry. Entré en el paraiso, entonces me di cuenta de que me estaba creando una especie de adicción, la cual en este momento puedo confirmar que esta en fase maniaca totalmente.
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